FIN está planificada como espacio de acción, una obra social en la que la participación colectiva de los artistas nos conduce a esa difícil tarea de resistencia y construcción de un nuevo marco
teórico-práctico, ausente en estas tierras, que revele el entramado de nuestras creaciones. Dichas expresiones colectivas deben ser puntos de conexión, experimentos conceptuales que arriesgan la
voluntad de conocer y ser conocido. FIN desea pues, romper el largo silencio mantenido, generar un sustrato teórico vinculado a los creadores y potenciar cierta didáctica de lo contemporáneo que,
en la medida de lo posible, aproxime.